Puros detallitos
que mola tenerlos en cuenta
pero que podrás seguir viviendo igual
si no los conocieses

Aunque la segunda sí se pueda considerar más práctica

  • Lorem
  • Ipsum
  • Dolor

La regla del
silencio incómodo

Hay una estrategia que conocidos emprendedores como Tim Cook, director ejecutivo de Apple, y Jeff Bezos, fundador de Amazon, han puesto en práctica, precisamente para concentrar toda su atención en sus palabras.


Se trata de la "regla del silencio incómodo", un concepto desarrollado por Justin Bariso, consultor y autor del bestseller "EQ Aplicado, Guía para la Inteligencia Emocional en el Mundo Real".


Consiste en que cuando te enfrentas a una pregunta desafiante, en vez de responder de inmediato, haces una pausa y piensas profundamente cómo quieres responder.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-54275014.

¿Cómo reconocer las emociones?

1. Acepta el motivo real de las emociones

Toda emoción responde a motivos que para nosotros tienen un significado particular, capaz de alterar nuestros niveles de consciencia.

Si aceptamos la situación y somos capaces de afrontarla por muy irracional que parezca la causa, entonces de igual manera reconoceremos la emoción que estamos teniendo en ese determinado momento.

2. Reconoce tu entorno

El entorno influye en gran medida sobre nuestra emocionalidad, las situaciones que se desarrollan alrededor nuestro son capaces de hacernos sentir de muchas maneras. Es por eso que cuando tenemos un mejor dominio y reconocimiento del lugar que nos rodea, podemos reconocer qué es exactamente lo que detona las emociones que sentimos.

3. Se consecuente con tus acciones

Para ser capaces de reconocer adecuadamente nuestras emociones, debemos intentar ser lo más consecuentes posible con nuestras acciones.


Esto quiere decir que en la medida en que nuestro pensamiento y nuestros actos vayan por el mismo camino, podremos reconocer nuestras emociones de una forma más clara, sin caer en disonancias cognitivas.

Por ejemplo, la inacción ante ciertos problemas que tenemos en nuestra vida posiblemente también nos causará dificultad

4. Prevención ante emociones negativas

Cuando tenemos la capacidad de reconocer los factores que nos generan angustia, podemos ser capaces de prevenir entrar en contacto con dichos factores (en la medida de lo posible).

Al hacer esto estamos disminuyendo la probabilidad de presentar emociones negativas muy intensas que bloqueen nuestra capacidad de análisis. Por ende, el proceso de reconocimiento de nuestras emociones se verá favorecido, ya que no tendremos que lidiar con emociones extremadamente desagradables.

5. Entender las situaciones como realmente están sucediendo

Este punto se refiere a la capacidad de cognición que tenemos todos los seres humanos. La cognición implica utilizar los procesos mentales superiores (análisis, pensamiento lógico, interpretación, resolución de conflictos, memoria, etc).

Con la finalidad de ser entender las situaciones como realmente están sucediendo, y no como nos gustaría que fuesen, al emplear este tipo de pensamiento ya estamos reconociendo las emociones de una manera muy real y podemos buscar las mejores alternativas a nuestra situación.

6. Aceptar que algunas cosas se salen de tu control

En ciertos momentos te encontrarás con situaciones en las cuales no podrás intervenir para alterar su resultado de la forma en la que te gustaría hacerlo. Es importante que tengas presente esta limitación.

A veces solo toca aceptar que las cosas están pasando de una manera determinada, y afrontarlo. Entender eso nos convierte en personas más sensatas y capaces de reconocer nuestras emociones en toda su amplitud, asumiendo que no las podemos manejar a nuestro antojo

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Casete
¿Cómo funcionan?

El casete, también conocido como casete compacto o cassette (vocablo francés), es un formato de grabación de sonido o vídeo en cinta magnética que fue ampliamente utilizado entre principios de los años 1970 y fines de la década de 1990, para luego ir sustituyéndose por el CD.

En concreto un cassette es una carcasa de plástico con dos carretes que permiten el paso de una cinta magnética, la cual presenta pistas estereofónicas.Las cintas tienen zonas magnéticas con códigos pregrabados que se convierten en señales eléctricas por el cabezal metálico. Esas señales eran convertidas por los amplificadores en sonidos que eran interpretados que se convertían en sonidos. Como un dato curioso, dentro del casete se contaba con un pequeño micrófono para grabar los sonidos.

hhttps://www.youtube.com/watch?v=KSDO_Hgkne4.

Romance sonámbulo

Por García Federico Lorca

  • Verde que te quiero verde

    Verde viento. Verdes ramas.
    El barco sobre la mar
    y el caballo en la montaña.
    Con la sombra en la cintura
    ella sueña en su baranda,
    verde carne, pelo verde,
    con ojos de fría plata.

    Verde que te quiero verde.
    Bajo la luna gitana
    las cosas la están mirando
    y ella no puede mirarlas.

  • Verde que te quiero verde

    Grandes estrellas de escarcha
    vienen con el pez de sombra
    que abre el camino del alba.
    La higuera frota su viento
    con la lija de sus ramas,
    y el monte, gato garduño,
    eriza sus pitas agrias.
    Pero ¿quién vendrá? ¿Y por dónde...?
    Ella sigue en su baranda,
    verde carne, pelo verde,
    soñando en la mar amarga.

  • — Compadre, quiero cambiar

    mi caballo por su casa,
    mi montura por su espejo,
    mi cuchillo por su manta.
    Compadre, vengo sangrando
    desde los puertos de Cabra.

    — Si yo pudiera, mocito,
    este trato se cerraba.
    Pero yo ya no soy yo,
    ni mi casa es ya mi casa.

    — Compadre, quiero morir
    decentemente en mi cama.
    De acero, si puede ser,
    con las sábanas de Holanda.
    ¿No ves la herida que tengo
    desde el pecho a la garganta?

  • — Trescientas rosas morenas

    lleva tu pechera blanca.
    Tu sangre rezuma y huele
    alrededor de tu faja.
    Pero yo ya no soy yo,
    ni mi casa es ya mi casa.

    — Dejadme subir al menos
    hasta las altas barandas,
    ¡dejadme subir!, dejadme,
    hasta las verdes barandas,
    Barandales de la luna
    por donde retumba el agua.

  • Ya suben los dos compadres

    hacia las altas barandas.
    Dejando un rastro de sangre.
    Dejando un rastro de lágrimas.
    Temblaban en los tejados
    farolillos de hojalata.
    Mil panderos de cristal
    herían la madrugada.

    Verde que te quiero verde,
    verde viento, verdes ramas.
    Los dos compadres subieron.
    El largo viento dejaba
    en la boca un raro gusto
    de hiel, de menta y de albahaca.

    — ¡Compadre! ¿Dónde está, dime,
    dónde está tu niña amarga?

  • — ¡Cuántas veces te esperó!

    ¡Cuántas veces te esperara,
    cara fresca, negro pelo,
    en esta verde baranda!

    Sobre el rostro del aljibe
    se mecía la gitana.
    Verde carne, pelo verde,
    con ojos de fría plata.
    Un carámbano de luna
    la sostiene sobre el agua.

    La noche se puso íntima
    como una pequeña plaza.
    Guardias civiles, borrachos
    en la puerta golpeaban.

    Verde que te quiero verde.
    Verde viento. Verdes ramas.
    El barco sobre la mar
    Y el caballo en la montaña.

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